Emprender sin mirar alrededor
A veces creemos que emprender es una carrera de ejecución, una maratón de productividad que se gana por quien llega primero al mercado con una idea original o con una solución «nunca antes vista». Pero con los años he aprendido que no es la idea lo que determina el éxito, sino el momento, el entorno y la capacidad de adaptación al contexto.
He visto demasiadas iniciativas caer, no porque fueran malas, sino porque nacieron sordas al entorno. Propuestas inteligentes, diseñadas con horas de trabajo e ilusión, que no sobrevivieron a un mercado que no estaba listo, a una economía que no sostenía su precio, o a una cultura que aún no entendía lo que le estaban ofreciendo. A mí también me pasó. Por eso hoy lo tengo claro: emprender sin ver el entorno es como navegar sin brújula.
Qué es un producto mínimo viable, realmente
Durante años se ha repetido la idea de construir un Producto Mínimo Viable (PMV) como esa versión funcional básica de tu producto, diseñada para validar si resuelve un problema. Es útil, claro. Pero insuficiente.
Un verdadero PMV no solo debe resolver, también debe existir de manera viable en el entorno actual. Eso significa que no solo debe ser funcional, sino accesible, comprensible, adoptable y, sobre todo, sostenible. No es solo lo mínimo que puedes construir; es lo mínimo que puede vivir y adaptarse al presente.
Cuando creamos Konekta2, sabíamos que queríamos ofrecer soluciones avanzadas de inteligencia de negocio, automatización, desarrollo web y formación en IA. Pero también sabíamos que nuestros clientes no estaban todos en el mismo nivel de madurez digital. Algunos aún dependían de hojas de cálculo manuales, otros tenían miedo a automatizar porque no entendían la tecnología, y muchos no tenían el presupuesto para un gran despliegue. Así que diseñamos una propuesta escalable, adaptada a cada contexto, y validamos cada servicio, no desde la teoría, sino desde la calle, en contacto con la realidad.
Validar sin contexto es construir en el aire
Muchos emprendedores caen en la trampa de validar un producto solo por su potencial técnico o por las características que imaginan que serán útiles. Pero ¿qué pasa cuando la gente no tiene cómo pagar por él? ¿Qué pasa cuando el cliente necesita una solución educativa antes de consumir lo que le ofreces? ¿Qué pasa cuando hay una crisis política o una hiperinflación que cambia las prioridades de todos?
Te lo digo con propiedad: el producto no es viable si ignora el contexto. No importa cuántas funcionalidades tenga. No importa si a ti te parece brillante. Si no encaja en la vida real del cliente, simplemente no va a funcionar.
Leer el entorno como parte del modelo de negocio
Una cosa que hacemos constantemente en Konekta2 es leer el entorno. Analizamos variables económicas, tendencias sociales, hábitos digitales de los usuarios, cambios en las herramientas, regulaciones emergentes, patrones de consumo. Esto nos permite no solo adaptar nuestros servicios, sino anticiparnos.
Cuando ofrecimos formación en BI e IA a corporativos, no lo hicimos con un programa cerrado. Creamos módulos flexibles, personalizables, que podían entregarse por etapas. ¿Por qué? Porque sabíamos que las empresas, aunque interesadas, no tenían aún la capacidad ni el tiempo para asumir una transformación profunda de golpe. Entonces en lugar de exigirles una gran inversión, les ofrecimos una ruta. Un camino. Eso también es parte del producto mínimo viable: pensar en cómo tu cliente puede caminar contigo, no solo en lo que tú quieres entregar.
El PMV consciente y el modelo costo cero
Otra enseñanza que me marcó es que muchos grandes proyectos pueden empezar sin grandes presupuestos, si están bien diseñados. Creo en lo que llamo el modelo “costo cero con alto valor percibido”: ofrecer algo tan útil, simple y realista que incluso sin muchos recursos logre probar su impacto y generar tracción.
En países con economías inestables, emprender así no es una opción, es una estrategia de supervivencia. El producto mínimo viable, en estos casos, debe ser tan esencial que el entorno no pueda rechazarlo. Y a partir de ahí, crecer.
Adaptarse no es conformarse
Sé que hablar de adaptarse suena a veces a resignarse, a dejar de lado la visión original. Pero no. Adaptarse es respetar el momento histórico, honrar la realidad de tu cliente, tener la humildad de no imponer tu idea y la inteligencia de transformarla sin perder la esencia.
En Konekta2, no renunciamos a nuestros ideales tecnológicos. Lo que hicimos fue encontrar el punto de encuentro entre lo que el cliente necesita hoy, lo que puede pagar, y lo que nosotros podemos ofrecer con calidad.
Así empezamos. Y así hemos crecido.
Reflexión final
Un negocio que ignora su entorno, por muy innovador que sea, está condenado a naufragar. Pero uno que observa, escucha y construye en coherencia con la realidad, puede crecer en cualquier terreno, incluso en los más hostiles.
Emprender no es solo crear. Es interpretar. Es leer señales. Es adaptarse sin rendirse.
Por eso, cuando alguien me pregunta cuál fue el verdadero PMV de Konekta2, no hablo de una landing, ni de una automatización, ni de un pitch.
Digo esto:
“Nuestro PMV fue entender que el mercado no necesitaba solo una solución… necesitaba una solución posible.”
Y sobre esa base, construimos todo lo demás.
De SEO a GEO: cómo la Inteligencia Artificial está cambiando el juego del posicionamiento digital
Durante años, cuando hablábamos de posicionar una página web, había una palabra clave que reinaba: SEO.Search Engine Optimization era —y sigue siendo— el arte de aparecer en los primeros lugares de Google, Bing y otros buscadores tradicionales. Sin embargo, el mundo...
¿Qué más provecho puedo sacarle a mi web?
Si te encuentras en el punto que ya montaste tu sitio web y está como viento en popa seguro te preguntas ¿Qué más provecho puedo sacarle a mi web? te presentamos varias alternativas que puedes implementar. Antes de entrar en el tema es...